Aritzkuren

Orígenes y evolución

  • Hace 23 años un grupo de 40 personas procedentes de diversos movimientos sociales decide ocupar (o más bien re-ocupar) Aritzkuren. Este caserío, situado en el valle de Artze, en Navarra, contaba según los censos del siglo XIX con entre 30 y 40 habitantes, además de más de 700 hectáreas de cereales, frutales, huerto y pastizales para ganado.  El éxodo del campo a la ciudad, propiciado por unas políticas que ahogaban a los pequeños campesinos en favor de grandes explotaciones forestales, agropecuarias o hídricas (sonado es el caso de la presa de Itoiz), hizo que su último habitante abandonara y vendiera el caserío a la diputación a principios de los años 50.
  • ● Tras su ocupación en 1995, se concentraron los esfuerzos en reconstruir la que sería la casa común, levantando  techos y muros que permitieran a su nuevos pobladores no tener que pasar los duros inviernos del valle en tiendas de campaña. Desde entonces y hasta hoy, se han recuperado varias casas, corrales, almacenes, tierras de cultivo e incluso una preciosa escuela, todo gracias a infinidad de personas que gracias a su trabajo, ilusión y compromiso con sus ideales han rescatado a Aritzkuren del olvido, situándolo en la senda de la que quizás sea la sociedad del futuro.

Características generales

  • ● Aritzkuren representa para nosotros una apuesta decidida y tenaz por una convivencia sostenible en el medio y en el tiempo, sustentada sobre el apoyo y enriquecimiento mutuos, sobre la comprensión de que la fortaleza de lo colectivo y el crecimiento personal están interconectados y dependen el uno del otro.
  • ● En este sentido cabe mencionar la ultraconvivencia, un concepto al que se suelen referir al hablar de su modelo de vida en común, y el cual es el eje en torno al que toman todas las decisiones que afectan directa o indirectamente al devenir del pueblo y sus habitantes. Realizar todas las comidas en común, gestionar colectivamente la economía individual (entendida globalmente y no sólo desde un punto de vista monetario) o repartir el cuidado de los niños son algunas de las facetas de este modelo convivencial sobre el que profundizaremos más adelante.

Instalaciones

  • ● El  corazón de Aritzkuren es sin duda su casa común, la cual cuenta con almacén, despensa, ducha y lavandería en la planta baja; cocina, comedor, sala infantil, biblioteca y terraza en la primera planta; y vivienda y dormitorio para visitas en la buhardilla. Como la mayoría de casas, fue reconstruida a partir de los muros y piedras de las ruinas, utilizando vigas de madera para la construcción del tejado.
  • ● En un costado de la casa común se reúnen en torno a un pequeño patio pequeñas casas de dos pisos donde encontramos un taller, un aserradero y un establo, así como viviendas para algunos de los habitantes permanentes del pueblo, 8 adultos con sus familias en el momento de nuestra visita.
  • ● El resto de los integrantes tienen su vivienda en la planta inferior del edificio la escuelita, apodado así porque su planta superior está acondicionada para los juegos y el seguimiento pedagógico de los niños que actualmente viven en Aritzkuren.
  • ● Varios edificios de piedra en ruinas, uno de las cuales se está levantando por necesidades de espacio; un baño seco con tres inodoros rotativos, con una pared en ladrillo y en piedra otra; y varias casetas construidas en madera, para el almacenaje o el cuidado de los animales de granja, completan el total de construcciones del pueblo.
  • ● En lo relativo al uso de los terrenos adyacentes a los edificios, Aritzkuren cuenta con un parque infantil; varios huertos con frutales; un invernadero, un corral para aves, otro para conejos y otro para dos burros.
  • El material más utilizado en las reconstrucciones es sin duda la piedra, recuperada de las ruinas del antiguo caserío, usando como masilla el cemento o la cal. En la recuperación que actualmente están llevando a cabo de una de las casas derruidas, se están construyendo los vanos de puertas y ventanas con cemento en lugar de cal, ya que han comprobado que los golpes que a veces se dan con el uso acaban resquebrajando el perfil cuando este está construido con masilla de cal.  Para los tejados se utilizan tejas sobre planchas de madera, sostenidas por vigas también de madera y extraída del bosque limítrofe de pino.

Tecnologías y hábitos de bajo impacto

  • ● Sin duda lo que más nos gustó en este ámbito fue una de las dos cocinas económicas que han instalado dentro de la cocina de la casa común (la otra está a la entrada de esta y se utiliza en verano).  Si nos gustó tanto es porque cumple a la perfección y simultáneamente tres objetivos, obteniendo su energía únicamente a partir de la combustión de leña. En primer lugar sirve, como su propio nombre indica, para cocinar los alimentos, bien sobre su placa de hierro fundido o bien en su horno con varios niveles. Por otro lado sirve también como calefacción para la cocina y la buhardilla, situada en el piso superior, la cual se calienta aprovechando el tiro de su chimenea. Por último y haciendo las veces de una caldera, calienta el agua tanto de la ducha y los fregaderos como de los radiadores del comedor, anexo a la cocina. Si queréis saber más sobre qué es y cómo funciona una cocina económica, podéis visitar este enlace a Wikipedia. A nosotros nos pareció una maravilla entre otras cosas porque proporciona un calor muy agradable, tiene una superficie amplia para cocinar varias cosas al mismo tiempo, y nos suministró agua caliente sin problemas durante varios días a las 20 personas que llegamos a estar conviviendo en el pueblo durante nuestra estancia.
  • ● Cada vivienda o espacio común (como por ejemplo la escuelita o la zona de la lavandería y las duchas) tiene su propia estufa de leña, algunas con un sistema adicional de calentamiento del agua para los sanitarios.
  • ● En línea con la eficiencia energética y material, debemos mencionar también la importancia del uso colectivo de electrodomésticos como las lavadoras de la lavandería colectiva, de zonas como las duchas y los baños secos, o de herramientas como las empleadas para el bricolaje, el trabajo de la madera o la construcción.

Extracción y aprovechamiento de materias primas

  • Tanto el agua potable como la utilizada para fregar proviene de manantiales cercanos. Gracias a que se encuentran a mayor altura que el pueblo, esta puede ser canalizada simplemente por efecto de la gravedad.
  • ● La madera para las estufas, las cocinas económicas y los hornos de leña se obtiene de los bosques circundantes de pino de una especie foránea, traída a estos montes durante la dictadura franquista con el objetivo de hacer negocio con la venta de su madera. Desde que comenzó la re-ocupación, Aritzkuren ha llevado a cabo una notable labor de recuperación del ecosistema natural de sus montes, talando los pinos con el propósito de obtener madera y al mismo tiempo ayudar al roble y a otras especies autóctonas a volver a unos territorios que nunca debieron perder. La presencia de los pinos en estos montes ha supuesto la introducción de plagas como la de la procesionaria, y la acidificación del suelo, aunque por el otro lado ha servido para frenar la erosión de unos suelos que habían quedado desprotegidos tras muchos años de actividad ganadera.

Uso, obtención y ahorro de energía

  • ● La luz se obtiene a partir de una veintena de placas solares en combinación con una turbina tipo Pelton, que convierte en electricidad el agua canalizada desde una poza artificial situada a mayor altura. La gran ventaja de la turbina en comparación con las placas solares, es que la primera produce electricidad durante todo el día de forma constante, independientemente de la meteorología y siempre y cuando el nivel del agua no descienda por debajo de cierta altura.
  • Gracias al grosor de los muros y la inercia térmica de un material como la piedra, las edificaciones disfrutan de un buen aislamiento. Con el mismo propósito en ocasiones también utilizan termoarcilla, una especie de ladrillo de aproximadamente 2.5 veces un ladrillo normal, con pequeños canales internos que al levantar el muro forman cámaras de aire estancas.
  • ● Estufas de leña.
  • ● Hornos de leña construidos en barro y ladrillo refractario, uno para el pan y otro para las pizzas :).

Producción y procesamiento de alimentos

  • ● Se crían gallinas tanto para la producción de huevos como para obtener carne de las que ya son mayores. Hay también conejos, patos y burros, aunque por el momento se crían con una intención más bien lúdica (al menos eso nos pareció).
  • Árboles frutales e invernadero.
  • ● Tienen varios terrenos de huertos, uno de los cuales se vienen desarrollando bajo criterios permaculturales, como el acolchado de paja o el bancal profundo.
  • La producción sobre todo en verano es muy alta, llegando a alimentar a unas 50 personas durante los campamentos de verano. Cuando estuvimos (finales de noviembre – principios de diciembre), la mayor parte del terreno estaba en barbecho, pero han pasado por etapas en las que la mayor parte de verduras y hortalizas se han obtenido de los huertos.
  • ● El pan se amasa y hornea en el pueblo, empleando uno de los dos hornos de leña. Nosotros tuvimos la oportunidad de ayudarles a hacer pan dos veces y podemos decir que sale muy rico :).
  • ● Producen también hidromiel, a partir de colmenas propias y de terceros.

Reciclaje y reducción de residuos

  • En una pequeña caseta encontramos el baño seco con tres inodoros de uso rotativo, y de los que se obtiene compost para el huerto y los frutales. La caseta consta de dos pisos. El primero está totalmente abierto a un prado anexo por una de sus caras, y su suelo es de tierra. Está dividido en tres secciones iguales, una por cada inodoro del piso superior, por paredes de ladrillo en forma de escalera, con el objetivo de que el aire circule y los montones de materia orgánica en descomposición más avanzada no se mezclen con los que llevan menos tiempo. Su altura es suficiente para que no se llene antes de un año, y para que para retirarlo o removerlo una persona pueda trabajar cómodamente. El piso superior, que es el que se usa diariamente, tiene los tres inodoros que ya hemos comentado que en esencia son agujeros rectangulares con las tapas de los inodoros normales; una cesta con hojas secas, de roble principalmente; un saco donde se recoge el papel de baño usado, ya que la celulosa no es recomendable para producir compost; y un lavabo para lavarse las manos. La buena calidad de la materia orgánica producida se debe probablemente a dos factores, vinculados estrechamente con las características naturales del entorno de Aritzkuren. Las hojas secas de roble y otros árboles que se echan por el inodoro seco después de su uso, absorben la humedad evitando los malos olores, al mismo tiempo que facilitan la buena aireación del montón que se va formando. A esto se suma el efecto beneficioso de las larvas de un tipo de escarabajo que habita en esta zona, las cuales se alimentan de los excrementos transformándolos en materia orgánica más eficazmente.
  • ● Los residuos orgánicos producidos en la cocina colectiva se dividen en dos grupos: para la producción de compost y para su aprovechamiento como alimento para las gallinas, conejos y los demás animales domésticos.
  • ● Gracias al uso de jabones orgánicos el agua utilizada en los baños y la cocina puede devolverse sin peligro a la naturaleza.
  • ● La orina por su parte no se está recogiendo para su uso como fertilizante para los cultivos, y simplemente se deposita en los márgenes del pueblo.
  • ● La ceniza que se produce en la cocina económica y los hornos, se emplea para nutrir la tierra del huerto permacultural.

Investigación y desarrollo

  • ● Tres son los ámbitos sobre los que desde nuestro punto de vista se viene aprendiendo y evolucionando: la construcción, la pedagogía y los tratamientos basados en hierbas medicinales.
  • ● Dada la necesidad imperiosa de contar con edificios en los que poder hacer vida y resguardarse de los rigores del clima, la construcción fue el primer ámbito que se tuvo que desarrollar. La realización de los numerosos muros de piedra y tejados del pueblo, permitió al colectivo acumular unos conocimientos que les servirían para realizar trabajos fuera de Aritzkuren.
  • La presencia de niños (o txikis, como cariñosamente les llaman) durante gran parte de la ocupación del pueblo, ha marcado sin duda al proyecto, fomentando la educación y el cuidado compartidos entre todos los adultos del grupo, y convirtiendo al colectivo en una gran familia. En consonancia con la importancia que tienen los menores en el pueblo, se desarrollan desde hace un par de años estrategias educativas alternativas, basadas en el respeto por la autonomía y la libertad del niño a lo largo de su aprendizaje, pero sin la intención en ningún caso de sustituir a la formación reglada.
  • ● La recuperación de los saberes tradicionales sobre hierbas medicinales ha servido al colectivo no sólo para producir artesanalmente sus propios productos de higiene, salud, nutrición y cosmética como aceites, pomadas, cremas, jabones, hidromieles, jarabes, dentífricos… sino también para obtener un beneficio económico a través de su venta en mercadillos. Por lo que nos contaron el producto que más éxito tiene es la crema sanjuanera, y la verdad es que no nos sorprende. Tuvimos la suerte de ayudar a a hacerla y pudimos comprobar la enorme cantidad de plantas que se utilizan para su elaboración. Si os habéis quedado con las ganas de probar sus productos, podéis ver su catálogo aquí y contactar con ellos a través de su web para hacer pedidos.

Organización y convivencia

  • ● Algunos de los grupos de trabajo en los que dividen sus actividades son: leña, mecánica, huerta, mantenimiento, tienda de remedios naturales, trabajos de construcción, pedagogía y obtención de energía. Cada grupo tiene  hasta cierto punto, autonomía para alcanzar los objetivos alcanzados colectivamente, pero hay ciertas decisiones que son trasladadas a las asambleas generales.
  • ● Los habitantes del pueblo organizan tres tipos de asamblea con distintos objetivos y periodicidad pero con una misma meta: gestionar y cuidar de su ultraconvivencia y su economía común. Con la primera se refieren a su modelo de convivencia, por el que comparten los momentos de los desayunos, comidas y cenas, así como los espacios comunes y las tareas como limpiar, cocinar o cuidar de los niños. Del segundo concepto hablaremos en el apartado de «Resiliencia económica».
  • Las asambleas internas son trimestrales y tienen la finalidad de consensuar los proyectos en los que se va a trabajar durante los tres meses siguientes, de acuerdo a los objetivos definidos en la asamblea interna anual, en la cual además se hace un balance del año anterior. En las asambleas internas participan solamente los habitantes permanentes del pueblo, que son a su vez quienes integran la economía común.
  • Por su parte en las asambleas organizativas (que ellos llaman villeras) se asignan los turnos para las tareas comunes semanales: viajes (el acceso al mismo se hace a través de 9 kilómetros de pista con un todoterreno de uso colectivo), comidas, cuidado de los niños, compras, preparativos para los mercadillos y auzolan o trabajos colectivos puntuales. También en estas asambleas se decide cómo abordar los trabajos trimestrales consensuados en las asambleas internas. A diferencia de estas últimas, en las organizativas participan todos los que están en ese momento en el pueblo, también quienes están de visita.
  • ● Con la intención de intercambiar opiniones y sentimientos que surgen durante el día a día, se realizan a petición asambleas emocionales o rondas de sentimientos, en las que cada uno tiene 2 minutos para expresarse sin que los demás tengan posibilidad de réplica.

Interdependencia y relación con el exterior

  • Creemos que la calidez con la que el pueblo recibe a visitas como la nuestra, es la razón por la que cuenta con muchas amistades y colaboradores que enriquecen de una u otra forma al proyecto. Si estás interesado en hacerles una visita estamos seguros de que te recibirán con los brazos abiertos, pero ten en cuenta que tiene que ser la segunda quincena de cada mes, que es cuando reciben a las visitas.
  • Las incorporaciones de nuevos miembros se realizan en varias etapas. Durante la primera, que dura 6 meses, quien se quiere incorporar participa como el resto en las tareas diarias, aprendiendo sobre la rutina de cada grupo de trabajo. Pasado este tiempo comienza un año prorrogable, en el que dependiendo de sus preferencias y de las necesidades del pueblo, participa en unos u otros grupos de trabajo, y además entra a formar parte de la economía común. Durante este año la nueva incorporación tiene a uno o varios referentes que la apoyan y hacen de intermediarios con el resto del grupo, con el que intercambia impresiones sobre su evolución en asambleas o intervenciones periódicas. Finalizado el período de prueba la persona interesada se incorpora definitivamente si tanto ella como el grupo están de acuerdo. A este respecto están reconstruyendo una de las ruinas para hacer espacio a futuros nuevos integrantes.
  • ● Se realizan encuentros para niños y adolescentes, y campamentos para jóvenes en riesgo de exclusión social, además de conciertos, talleres, retiros y cursos durante todo el año, abiertos a todo el que esté interesado. 
  • ● Nos contaron que tienen buena relación con el resto de pueblos ocupados del valle (valle de Arce) como Lakabe, Uli o Rala, y de los que pudimos comprobar que hay un ir y venir de gente. No obstante también nos comentaron que hace unos años quizá la relación era más estrecha, ya que todos estaban integrados y funcionaban como una red. Sin duda este rincón de Navarra es un lugar super interesante para todo el que esté interesado en el mundo de las ecoaldeas o la ocupación rural, por la cantidad de proyectos de distinto tamaño e historia que se han dado 

Resiliencia económica

  •  La energía, el tiempo, el dinero, y también las necesidades de cada miembro del grupo, se ponen en común para gestionarlas colectivamente. Si por ejemplo alguien tiene deudas en el momento de incorporarse, estas pasan a ser gestionadas por el grupo, lo mismo pasa con el dinero que pudiera tener. En la misma línea, cuando alguien quiere hacer un viaje, lo propone al colectivo y este decide si se puede y se quiere asumir el gasto o no.
  • ● Su concepto de economía en común que hemos descrito en el punto anterior, nos pareció interesante por la seguridad económica (entendiendo como economía no sólo la monetaria), que aporta a sus integrantes, ya que se ven respaldados ante cualquier eventualidad o necesidad por todo un grupo. Sin duda juntos somos mucho más fuertes (¡y felices!).

Retos

  • Desde nuestro punto de vista uno de los retos que tienen por delante el colectivo es el de mantener y mejorar el estado de la pista que lleva hasta el pueblo. Sus 9 kilómetros desde la carretera más cercana son bastante problemáticos (a nosotros sin ir más lejos nos tuvieron que remolcar con su todoterreno) cuando llueve o ha estado lloviendo, sin contar con los tramos de piedra que pueden averiar un coche. Todo ello hace que al final la mayoría de los viajes tanto de los habitantes como de los visitantes para entrar y salir del pueblo se hagan con su 4×4, lo que complica un poco su día a día y puede representar un inconveniente a los interesados en incorporarse de manera estable a Aritzkuren.
  • ● El segundo reto al que creemos que se enfrentan es el de conseguir que más gente se anime a ser parte de su proyecto, no sólo para asegurar su pervivencia, sino también para que los valores puestos en práctica durante estos 23 años, sean transmitidos a otras personas que los continúen defendiendo y enriqueciendo. En este sentido creemos que quizá su economía común, represente aquí una debilidad más que una fortaleza. Para una familia, o alguien que no busca tener ni hijos ni pareja, Aritzkuren es un lugar ideal por lo arropado que te sientes: en el primer caso crías a tus hijos en un entorno seguro, rodeado de adultos que se involucran en mayor o menor medida en su cuidado; en el segundo caso puedes sentirte parte de una familia sin necesidad de estar en una relación sentimental ni tener hijos. No obstante, el hecho de tener que establecer una relación de mutua dependencia tan estrecha con el colectivo, poniendo en común tiempo, energía y dinero, puede dificultar a una persona soltera encontrar pareja, o a alguien que tiene una relación sentimental fuera del pueblo mantenerla, debido precisamente a que su autonomía está comprometida con el colectivo.

Nuestra opinión

  • ● En pocas palabras: ¡Aritzkuren nos ha encantado! Nos hemos sentido muy bien acogidos e integrados desde el primer día por todo el grupo. En otros lugares te asignan un padrino, pero aquí nos sentimos apadrinados prácticamente por todos. Nos abrieron la puerta de su rutina y nos enseñaron a hacer pan, levantar un muro o hacer cremas al mismo tiempo que les echábamos una mano. Para nosotros ha sido un placer conocerles.
  • ● Además, pudimos comprobar que el proyecto ha tenido y tiene un largo recorrido, gracias a los niños y adolescentes que durante sus 23 años de andadura han nacido en el pueblo, formando parte de una gran familia en la que todos cuidan de todos, lo que al final se nota en el buen ambiente que en general reina dentro de la comunidad.
  • Nos parece también destacable la capacidad de aprendizaje y trabajo del grupo para, por un lado, aprender a construir en piedra y en madera sin tener prácticamente experiencia previa y para, por otro lado, producir una gran variedad de productos de todo tipo con ingredientes naturales.
  • ● En cuanto a lo que pensamos que se podría mejorar, creemos que el que haya grupos de trabajo puede hacer que quienes no pertenecen a uno en concreto no caigan en echar una mano en otro en el que hay puntualmente un pico de trabajo simplemente porque no es su grupo.
  • ●  Aunque sabemos que es complicado, creemos que el consumo de envases de plástico se podría disminuir, y al mismo tiempo sería interesante intentar dar una segunda vida a los residuos de este tipo.

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Visitantes del proyecto: Vero y Alex


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