A los niños les gusta hacer pequeñas hogueras

Granjas familiares en Chequia

Orígenes y evolución

  • ● Hace aproximadamente 6 años (realizamos la visita en mayo de 2019), varias familias se asentaron en los terrenos de un pueblo abandonado en Chequia después de la 2ª Guerra Mundial, a 1 kilometro y medio de Desky, un pequeño pueblo próximo a la frontera con Austria. A grandes rasgos sus motivaciones son la sostenibilidad, la autosuficiencia y el mutuo apoyo.
  • ● Durante la 2ª Guerra Mundial el pueblo fue dañado en parte y, tras la derrota de los nazis y la ocupación del país por los soviéticos, todos sus habitantes de ascendencia germana, a la postre la mayor parte de su pequeña población, fueron expulsados. Finalmente, el gobierno soviético lo despobló y destruyó por completo para evitar que los rebeldes que se oponían a su ocupación lo utilizaran como escondite. Hoy sólo queda como testimonio una pequeña cabaña que pudo albergar un horno, la bodega de lo que se sabe que fue la taberna del pueblo (utilizada ahora como nevera de conservas y verduras por las familias), y numerosas piedras cubiertas de musgo del resto de las casas.
  • ● Desde sus comienzos sus familias y viviendas, así como el entorno en el que están asentados han ido cambiando. Mientras que una de las familias comenzó viviendo en una caravana y más tarde en una casa de madera y adobe construida en parte por ellos, otra construyó una yurta, para más adelante pasar a vivir en una caravana y finalmente establecerse en una casa en Desky. Con el paso del tiempo se han ido incorporando familias, algunas de ellas monoparentales, y naciendo niños, sumando en la actualidad junto con los adultos unos 10 habitantes, repartidos en tres familias y una mujer sola.

Características generales

  • ● Como una de las familias nos explicó, formando parte de una ecoaldea propiamente dicha, creen que podrían perder parte de la privacidad y autonomía que ahora disfrutan, y por ello prefieren vivir de manera un poco más independiente a como lo harían en una comunidad al uso. Esto no impide sin embargo que realicen comidas y tareas conjuntamente, se ayuden con el cuidado de los hijos y compartan herramientas, por poner un par de ejemplos. A un nivel un poco más amplio, forman parte además de diversas redes locales como grupos de consumo, de crianza, de intercambio de objetos de segunda mano y de un sistema de intercambio local (LETS en sus siglas en inglés).
  • ● Tanto para criar y educar a sus hijos en casa («home schooling»), como para llevar a cabo labores de mantenimiento en sus viviendas y terrenos, los padres o no trabajan, o trabajan únicamente unos días u horas a la semana.
  • A su deseo de vivir de manera más saludable y sostenible, se suma el de preservar la memoria y los recursos del pueblo, que pervivió hasta mediados del siglo XX. Ahondamos sobre este tema en el apartado de «Investigacióny desarrollo».

Instalaciones y alrededores

  • ● Una de las familias vive en una casa de dos pisos, de madera y con revoco de adobe y paja. Cuentan también con una caravana para hospedar a los voluntarios y las visitas. Otra familia vive en una caseta de madera con un revoco interior de barro aún en construcción y la tercera familia vive en una caravana con un porche de madera, aunque cuentan con una cabaña de madera pensada para ser utilizada como sauna y recientemente han comprado una vivienda en el pueblo de al lado a la que se mudaran conforme la vayan reformando.
  • ● El terreno circundante se compone fundamentalmente de prados y de bosque de árboles caducifolios como fresno, haya, arce y chopo, así como arbustos como espino albar y sáuco negro, y está salpicado de las piedras de los muros del antiguo pueblo. Aún en uso, aún que deteriorados, encontramos la bodega de la taberna, la cuál mantiene perfectamente una temperatura lo suficiente fresca y estable durante todo el año para guardar alimentos frescos y conservas, y un pozo, que durante nuestra visita y debido a su mal estado y las intensas lluvias estaba desbordado.

Tecnologías y hábitos de bajo impacto

  • ● Aunque el agua del pozo del antiguo pueblo es seguramente potable, una de las familias contrató a una empresa para que les excavaran a pocos metros de su casa un pozo, del cual obtienen agua potable extrayéndola con una bomba manual. Esta misma familia tendrá en funcionamiento dentro de poco una caldera eléctrica para el agua caliente.
  • ● En mayor o menor número todas las familias tienen paneles fotovoltaicos.
  • Ninguna de las familias cuenta con agua corriente en sus casas, aunque una de ellas estaba ultimando los detalles de un sistema de distribución de agua por gravedad, empleando para ello una bomba eléctrica que la acumula en un depósito en la buhardilla.
  • ● Una de las familias está construyendo en el porche de su casa un invernadero, con la idea de obtener mayor calor de la radiación solar y cultivar plantas que las bajas temperaturas en el exterior no permiten.
  • Evitan el uso de herramientas mecánicas o eléctricas, empleando por ejemplo guadañas para cortar la hierba.
  • ● Alguna de las familias no usa jabón para fregar los platos.

Extracción y aprovechamiento de materias primas

  • Parte de la leña utilizada para cocinar y para las estufas se extrae de los bosques circundantes, y parte se compra.
  • ● El agua que emplean la sacan de los pozos que hemos mencionado o bien la recogen a través de los canalones de los tejados cuando llueve.
  • ● Además de cuidar y explotar los árboles frutales del antiguo pueblo, están llevando a cabo un proyecto para recuperar antiguas especies de manzanos de la región, plantando nuevos ejemplares y tratando de recuperar individuos viejos que fueron abandonados.
  • ● Se recolectan también hongos y hierbas que crecen en las proximidades.

Uso, obtención y ahorro de energía

  • ● Todas las familias viven desconectadas de la red eléctrica, siendo su única fuente de energía eléctrica los paneles solares.
  • ● Se emplean aislantes naturales como el barro, la paja y placas de lana de madera.
  • ● Todas las estufas son de leña.
  • Algunas cocinas son económicas y de leña, otras funcionan con bombonas de propano. En ocasiones se cocina como antaño, haciendo un fuego y colocando el caldero sobre él.

Producción y procesamiento de alimentos

  • ● Se crían cabras.
  • ● Tienen varias colmenas aunque más con fines recreativos que para la producción de miel.
  • ● Plantan y cuidan de árboles frutales, sobre todo manzanos.
  • ● El huerto que tiene cada familia es pequeño, ya que la mayor parte de su comida la compran a empresas de alimentación biológica que hay en las cercanías.

Reciclaje y reducción de residuos

  • ● Cada familia composta los restos de alimentos, creando capas alternas con la hierba cortada.
  • ● Tienen varios baños secos en los que emplean el serrín como material secante. El material que se va acumulando se deposita en una compostera distinta a la de la compostera de comida.
  • ● Una de las familias acumula en pozos sépticos las aguas grises y negras.
  • ● Tratan de evitar todo lo posible el consumo de plásticos. Para envasar alimentos utilizan por ejemplo un papel encerado y reutilizable.

Investigación y desarrollo

  • ● Hay dos áreas en las que las familias vienen desarrollando trabajos de investigación. Por un lado están llevando a cabo un plan de recuperación de las variedades autóctonas de manzanas de la zona, haciendo un estudio de cuáles son, cuidando de los árboles plantados por la gente del pueblo que aún sobreviven, y plantando nuevos individuos, principalmente en las lindes de la pista que lleva desde sus casas hasta Desky, el pueblo más cercano.
  • ● Por otro lado han realizado una importante labor de recopilación de información y de concienciación sobre la triste historia del antiguo pueblo, cuyos terrenos ahora ocupan. Han reunido datos, mapas y fotografías, e incluso han contactado con uno de sus antiguos habitantes, quien no sólo les ha ayudado a identificar el emplazamiento de algunos edificios del pueblo, sino que ha pagado la reforma de un altar, en cuyo interior se puede ver el mapa del antiguo pueblo bendecido por un Jesucristo. Sabiendo que es uno de los pocos testimonios en pie, las familias se encargan de cortar regularmente la hierba cercana al altar. En cuanto a su trabajo de concienciación, tienen como tradición dar un paseo por las ruinas del pueblo con los visitantes, explicándoles su historia, la distribución de sus edificios y la forma de vida de quienes vivían en ellos.

Organización y convivencia

  • ● Como hemos apuntado, las familias se organizan de manera más autónoma que en una comunidad o ecoaldea al uso. No tienen normas de convivencia comunitarias, ni tampoco han establecido responsabilidades y privilegios, más allá de los que pueda haber en una comunidad de vecinos. Las reuniones que se realizan son informales y normalmente tienen como único objetivo compartir un té o una comida y charlar un rato.
  • ● Comparten herramientas, manos, consejos, y sobre todo se ayudan en el cuidado de los hijos, algunos de los cuales son educados en casa.

Interdependencia y relación con el exterior

  • ● Este seguramente sea uno de los puntos más interesantes de estas granjas familiares. Durante nuestra estancia pudimos comprobar que forman parte de grupos como el de las «eco moms», formado por madres que quieren criar a sus hijos de la manera más sana y natural posible, o el de intercambio de objetos de segundo mano, en el que los integrantes se reúnen cada cierto tiempo para dar lo que no necesitan y encontrar lo que les hace falta y otros ya no quieren. Una de las madres nos comentó que gracias a este sistema hace mucho que no compran ropa para ninguno de los miembros de su familia. En esta página web podéis ver las numerosas actividades que la asociación a la que pertenecen realizan, entre las que cabe destacar la del sistema de intercambio local a través de una moneda propia (LETS).

Resiliencia económica

  • ● Aunque no se trate de una ecoaldea al uso y tengan un largo recorrido por delante para alcanzar la autosuficiencia, lo cierto es que gracias a que pudieron comprar el terreno por un precio económico, que no tienen que pagar alquiler por sus casas, y que llevan una vida con pocos lujos (sin agua corriente y con la luz que les aportan las no muy numerosas las placas solares), todo ello unido a un coste de vida menor que en otros países de Europa, hacen que puedan simplemente trabajar unas pocas horas a la semana para mantener a sus familias.

Retos

  • ● Uno de los retos que tienen por delante es el de mejorar la relación con el ayuntamiento del que depende el terreno que ocupan, ya que no ve con buenos ojos la llegada de familias a esta zona. Les pusieron trabas para conseguir el permiso para construir sus casas, y en la actualidad hay familias interesadas en asentarse en la zona que sin embargo no pueden porque el ayuntamiento no se lo concede. Su reticencia a ayudar a los nuevos habitantes a establecerse, explica también su negativa a mantener en mejores condiciones la pista que llega hasta sus casas.
  • El segundo reto tiene que ver con el de encontrar la mejor fórmula para la educación de sus hijos. Durante los días que estuvimos con ellos pudimos comprobar que en una de las familias la hija pequeña no va a la escuela y su hermano mayor sólo uno o dos días a la semana. Los padres se encargan de su educación el resto de la semana, realizando actividades inspiradas en métodos como el «Montessori», que les entretienen, les acercan a su entorno y al mismo tiempo les ayudan a aprender. A pesar de que por el momento los niños van a la escuela por decisión propia, los padres tienen dudas sobre si seguir educándoles en casa. Creen en las virtudes que esta forma de enseñanza tiene, y además la escuela más cercana con un método educativo que les convenza está a media hora de distancia, pero por otro lado les exige tiempo y dedicación, los niños parece que quieren hacer lo mismo que sus amigos que sí van a la escuela, y en ocasiones cuando no les apetece hacer las actividades que sus padres les proponen les supone un berrinche. En otra de las familias que abogan por completo por la educación en casa, los niños juegan con total libertad las 24 horas del día, sin realizar otro tipo de actividades educativas que aunque también estuvieran centradas en el juego les posibilitaran aprender otras habilidades como escribir, leer o sumar, que difícilmente pueden aprender por sí solos jugando en el monte.

Nuestra opinión

  • ● Para nosotros ha sido una experiencia interesante porque nos ha servido para conocer una solución intermedia, quizá más asequible para algunas familias interesadas en una forma de vida alternativa, y que estaría en un punto intermedio entre la vida tradicional en la ciudad o en el pueblo y la vida en ecoaldeas. De la filosofía de estas últimas han tomado elementos como el del bajo consumo energético o el tratamiento orgánico de sus residuos, mientras que la autonomía que tiene cada una de las familias es más cercana a una vida al uso en una ciudad o pueblo. Visitarles nos ha servido para recordarnos que para vivir de acuerdo a valores como la autosuficiencia, la sostenibilidad y el apoyo mutuo, no siempre es necesario ser «hippie», llevar rastas o vivir en comunidad, sino que cada uno de nosotros debemos sentirnos libre para encontrar junto a otros nuestra propia alternativa a este sistema.

Ubicación y contacto

  • Hodonice, Desky. Chequia
  • El resto de datos de contacto de las familias están en el portal de voluntariado HelpX, y sólo los usuarios registrados pueden visualizarlos. No obstante si estás interesado en visitarles háznoslo saber y te ayudaremos a que te pongas en contacto con ellas.

Galería de imágenes

Visitantes del proyecto: Vero y Alex


¿Eres miembro del proyecto descrito y has visto algún error? No dudes en escribirnos a: animaliberaproject@gmail.com