Torre di Mezzo
Orígenes y evolución
- ● Torre di Mezzo nació en 2013, cuando sus fundadores ocuparon el caserío, las casas adyacentes y los terrenos de la finca en régimen de alquiler. Del grupo fundador hoy quedan únicamente dos personas, quienes le han dado continuidad al proyecto y sirven en cierta medida de referentes del mismo.
- ● Torre di Mezzana, el nombre de la pequeña granja que ocupa la comunidad, consistente en una gran caserío, una casa de menores dimensiones y una cabaña, domina desde un pico de las montañas Calvana el valle de Mezzana, dentro del municipio de Cantagallo. En sus orígenes este lugar fue concebido como un punto de control del camino que recorre el valle y conecta las ciudades de Boloña y Florencia. Un rosetón de piedra, que aún se conserva en la fachada principal del caserío, nos indica que posiblemente alrededor del s. XVIII, el espacio fue reconvertido en un convento para monjas. Fue en el s.XIX (no hemos encontrado información más precisa) cuando el convento fue abandonado y se dedicó a fines agropecuarios.
Características generales
- ● Los días que compartimos con los integrantes del proyecto Torre di Mezzo, nos sirvió para percatarnos de que el tiempo y las circunstancias lo han convertido en un valioso punto de encuentro, un referente y un lugar de crecimiento para todas las personas interesadas, de alguna u otra manera, en el movimiento de las ecoaldeas. Esto no ha sido fruto de una intencionalidad por parte de los dos fundadores que continúan en el proyecto, ya que su objetivo siempre ha sido el de formar un grupo estable, y creemos que se debe simplemente a que no han coincidido ni las personas ni las circunstancias necesarias para que esto pudiera darse. Esto, que en algunos aspectos es un inconveniente, hace posible al mismo tiempo que la comunidad sea un ir y venir de antiguos habitantes, amigos, conocidos, vecinos y visitantes, que conforman un espacio variopinto, cambiante y enriquecedor, un hogar de acogida para todos los amigos del proyecto que contribuyen y se alimentan de este de muy diversas formas.
- ● Otro factor que marca inevitablemente al proyecto es la falta de entendimiento con el dueño de la granja, y por tanto la imposibilidad de alcanzar un acuerdo sobre otro modelo de ocupación del espacio que sea más beneficioso para la comunidad. En la actualidad y desde que nació el proyecto, sus habitantes están sujetos al pago mensual de un alquiler, de acuerdo a un contrato cuya duración es anual. La incertidumbre que provoca esta situación, en la que no hay ninguna certeza de que el dueño quiera renovar el contrato, frena el desarrollo de iniciativas más ambiciosas y a largo plazo que el espacio posibilita y que a sus habitantes les gustaría llevar a cabo.
Instalaciones
- ● El edificio que acoge el 90% de la actividad de Torre di Mezzo es un enorme caserío de dos plantas y cuenta con: cocina, dormitorio colectivo, baño colectivo (convencional, con ducha), dormitorios con baño, lavandería, taller de carpintería, taller para la elaboración de queso, así como otros espacios polivalentes y de almacenaje.
- En torno a este edificio encontramos otro menor prácticamente en desuso, un gallinero, un establo para las ovejas, una cabaña para almacenar herramientas, jardines con plantas aromáticas, un huerto con un pequeño invernadero, dos compostoilets (baños secos), una ducha de verano y… ¡una gran explanada con unas vistas espectaculares al valle y las montañas! Parte de la finca, que cuenta con 8 hectáreas en total, está ocupada por bosque de castaño y roble. Sin duda el lugar es especial tanto por la ubicación como por las posibilidades que ofrece.
- ● Hay que señalar que todas las edificaciones en piedra de las que hemos hablado (caserío, casa de menor tamaño en desuso y cabaña) estaban ya presentes, y no han sido construidas ni reformadas por los integrantes del proyecto, interviniendo en ellas solamente para realizar pequeñas mejoras y arreglos.
Tecnologías y hábitos de bajo impacto
- ● El amplísimo horno de leña con el que cuenta la cocina comunitaria ha sido mejorado por ellos y puede hornear hasta unas 30 hogazas de una sola vez (!).
- ● También dentro de la cocina tenemos una cocina económica, que aprovecha el calor de la leña para calentar la estancia, y para cocinar la comida en su base de hierro y su horno.
- ● La comunidad cuenta también con una caldera de leña* que calienta el agua de dos tanques, uno para los radiadores y otro para las duchas, y que fueron instalados previamente a la llegada de la comunidad.
- ● En línea con la eficiencia energética y material, debemos mencionar también la importancia del uso colectivo de electrodomésticos como la lavadora, de zonas como el baño o la cocina, y de herramientas como las empleadas para el bricolaje, el trabajo de la madera o la construcción.
- ● Se hace uso de vinagre y bicarbonato de sodio para la limpieza de espacios como el baño, elementos menos perjudiciales para el medio ambiente y las personas que la lejía o el amoníaco.
Extracción y aprovechamiento de materias primas
- ● Toda el agua utilizada en la comunidad es canalizada desde el monte, una parte es potabilizada en una depuradora y otra parte se usa directamente en los baños y la cocina. El agua depurada se analiza cada cierto tiempo para evitar posibles problemas de salud derivados de la presencia de patógenos.
- ● Mientras que la madera para la caldera es comprada, la empleada en la cocina económica y el horno de leña se obtiene de los bosques circundantes, con especies como castaños, robles, encinas o cerezos.
Uso, obtención y ahorro de energía
- ● Cocina económica, horno y caldera de leña.
- ● La luz consumida en la ecoaldea proviene de la red eléctrica. La incertidumbre sobre la continuidad del proyecto en este lugar que ya hemos mencionado hace, entre otras cosas, que sus integrantes no emprendan la instalación de unas placas solares que podrían contribuir a su autosuficiencia energética.
- ● Gracias al grosor de los muros y la inercia térmica de un material como la piedra, el caserío disfruta de un buen aislamiento.
Producción y procesamiento de alimentos
- ● Se crían gallinas tanto para la producción de huevos como para la obtención de carne de las que ya son mayores.
- ● Cuidan de un pequeño rebaño de unas 7 ovejas, con la doble finalidad de obtener la leche necesaria para producir sus propios quesos, e intercambiar con otros pastores los corderos macho por otras ovejas o lo que se convenga.
- ● Algunos árboles frutales.
- ● El huerto es pequeño, en comparación con el número de habitantes que suele albergar la ecoaldea. En invierno una parte se cubre con una galería de plástico que hace las veces de invernadero.
- ● Recogen castañas de las castañedas de la zona, destinando las que están en buen estado para su consumo y las demás para acolchar los caminos que quedan entre los bancales del huerto.
- ● Amasan y hornean el pan para consumo propio y para su venta, empleando el horno de leña mencionado. Tuvimos la enorme suerte de ayudarles a convertir unos 40 kilos de harina de distinto tipo (trigo, castañas y centeno) en un montón de hogazas, ¡e incluso focaccia para la cena!
- ● Con la leche que compran a pastores de la zona elaboran quesos de oveja y cabra con diversos tiempo de curación, para consumo propio y venta. También en este aspecto tuvimos mucha suerte, ya que pudimos observar cómo hacen el queso fresco, el curado y la ricotta (la recién hecha fue la mejor que habíamos probado nunca!).
Reciclaje y reducción de residuos
- ● En los dos baños secos de los que ya hemos hablado se obtiene compost para el huerto. Cuentan con un inodoro para la orina, que desemboca directamente al bosque, y otro para las heces, de las que se obtiene el compost. Con esta separación se evitan olores y se acelera la degradación de los excrementos en materia orgánica.
- ● Los residuos orgánicos producidos en la cocina colectiva se dividen en dos grupos: para la producción de compost y para su aprovechamiento como alimento para las gallinas.
- ● Las aguas grises y negras producidas tanto en la cocina como en los baños convencionales, se depositan en los terrenos adyacentes después de un proceso de depuración, en el que pasan por distintas cubas con piedras de varios tamaño, barro, bacterias y plantas macrofitas.
- ● Para el resto de residuos como el papel, el plástico o el vidrio, se aprovecha el viaje de alguno de los visitantes o integrantes de la ecoaldea al pueblo más próximo para transportarlos y depositarlos en los contenedores destinados para ello.
Investigación y desarrollo
- ● Dos son los ámbitos en los que la ecoaldea ha venido realizando mayor experimentación. Uno el de la elaboración de queso y otro el de la elaboración de pan, ambos con el objetivo de cubrir las necesidades alimentarias y económicas del proyecto. Guiados por la experiencia y conocimientos de uno de sus integrantes, quien trabajó durante muchos años en una fábrica de queso, este se elabora dos veces por semana, vendiendo una parte en los pueblos cercanos. Cuando se ganen la confianza de sus ovejas (las compraron hace poco tiempo), podrán producirlos con la leche que ellos mismos ordeñen en lugar de con leche comprada a los pastores de la zona. Asimismo contemplan la posibilidad de sustituir el cuajo animal que emplean ahora (y que conlleva necesariamente la muerte del animal), por cuajo vegetal. En cuanto a la elaboración del pan, esta se realiza cada 15 días, dado el esfuerzo que supone amasar una cantidad de harina tal que merezca calentar un horno de tan grandes dimensiones (en las fotos lo podéis comprobar). Además de harinas de distinto tipo, emplean una masa madre de elaboración propia.
Organización y convivencia
- ● Normalmente todas las comidas se realizan en común.
- ● Las tareas cotidianas se agrupan en áreas como “cocina”, “comunicación”, “caldera”, “leña” o “huertos”, con uno o dos responsables. No hay una planificación semanal o mensual para llevarlas a cabo, ya que se confía en la responsabilidad de cada uno para con el proyecto en el que está implicado.
- ● El reparto de privilegios y responsabilidades se realiza de acuerdo al compromiso, antigüedad y permanencia de cada individuo en la ecoaldea. Mientras que los fundadores y quienes están viviendo de manera permanente tienen el privilegio de decidir sobre asuntos que afectan al proyecto a largo plazo o tener un dormitorio independiente con baño propio, son por otro lado responsables de los asuntos administrativos de la comunidad (alquiler, seguro, trato con el dueño), de acoger a las visitas y de mediar en los conflictos que puedan darse entre otros. A este grupo le dan el nombre de fundadores/grupo base, y en el momento de nuestra visita estaba compuesto por 4 personas.
- ● El siguiente grupo está compuesto por todos aquellos que quieren incorporarse al proyecto y para ello conviven generalmente durante un año en la ecoaldea. Durante este tiempo el individuo que quiere sumarse a la comunidad es apoyado e informado sobre las sensaciones del grupo en relación con su proceso de incorporación. Finalizado el año de prueba, se decide entre todos si se incorpora o no de forma definitiva al grupo base. Los privilegios y responsabilidades de estas personas en prueba, dos durante nuestra visita , son comprensiblemente menores que las del grupo base pero a su vez mayores que las del siguiente.
- ● En el tercer grupo encontramos a todos aquellos que están conociendo el proyecto y aún no se han decidido a formar parte de este de manera permanente o, sin embargo, ya lo conocen y por la razón que sea les interesa tener una presencia no continuada en el mismo.
- ● Por último la ecoaldea contempla un cuarto grupo formado bien por vecinos y amigos que ya conocen el proyecto y lo visitan cada cierto tiempo, o bien personas ajenas al mismo que lo quieren conocer por vez primera.
- ● Dependiendo del rol que uno haya adquirido en la ecoaldea, puede participar con mayor o menor capacidad de decisión en todas, alguna o ninguna de los tres tipos de asambleas que se celebran: emocionales, de visión y organizativas. En las primeras se abordan conflictos propios de la convivencia, que atañen a los sentimientos del grupo y del individuo. En las segundas se trata de marcar el rumbo del proyecto a largo plazo y a rasgos generales. En las terceras por último, se organizan a corto y medio plazo las actividades necesarias para alcanzar los objetivos marcados.
- ● Hay otro perfil que no hemos nombrado y que nos llamó la atención cuando nos lo contaron. Se trata del integrante en proceso de salida. Cuando una persona que ha formado parte del grupo base decide dejar la comunidad, se responsabiliza de, por un lado, seguir pagando durante unos meses una cantidad para contribuir al pago de sus gastos y, por otro lado, encontrar a alguien que pueda llenar el vacío que deja, todo ello con el objetivo de que su marcha afecte lo menos posible a la comunidad.
Interdependencia y relación con el exterior
- ●Desde nuestro punto de vista la relación de la ecoaldea con el exterior es uno de sus puntos fuertes. Pudimos comprobar que mantienen muy buena relación con los pastores de la zona, los habitantes de una ecoaldea cercana y los propietarios de una casa rural que se encuentra antes de llegar a su comunidad. Desde hace un par de años vienen tejiendo, con mimo y paciencia, una red cada vez más numerosa de comercio de proximidad con los vecinos de los pueblos cercanos, a los que les entregan en su domicilio pan y queso recién hecho. ¡Damos fe de que gustan mucho! Además, aprovechando la amplitud y vistas de su terraza, han acogido encuentros de la RIVE (Rete Italiana dei Villaggi Ecologici), así como otros eventos y cursos. Están abiertos a las visitas prácticamente todo el año, si estás por la zona te aconsejamos que les visites avisando previamente por teléfono o correo electrónico.
Resiliencia económica
- ● Desafortunadamente el hecho de que la comunidad tenga que hacer frente al pago mensual del alquiler, hace que la resiliencia económica del proyecto se resienta. Supone, por ejemplo, que algunos de sus integrantes tengan que trabajar fuera de la ecoaldea para ganar el dinero suficiente para pagar su cuota de alquiler, en lugar de invertir ese tiempo y esa energía en la ecoaldea. Además siempre hay un riesgo de que alguno de los miembros se marche o no puede seguir contribuyendo, obligando a los demás a hacer un esfuerzo añadido para compensar lo que le correspondería pagar hasta que la situación se normalice.
Retos
- ● Sin duda el mayor escollo que afronta la comunidad para su crecimiento e incluso para su continuidad, es la incertidumbre sobre la renovación del contrato de alquiler. Cada año, poco antes de la finalización del mismo, les reconcome la misma duda: ¿el dueño querrá o no querrá renovar? Según nos contaron han intentado llegar a un acuerdo para dar una mayor estabilidad a su situación, bien con un alquiler por un período más amplio, con un alquiler con opción a compra, o con la compra, por un precio asequible, de la granja. Sin embargo no ha habido suerte, y el propietario no sólo no quiere oír hablar de alternativas sino que cada cierto tiempo les amenaza con que va a vender la propiedad. A pesar de que esta incertidumbre no les impide vivir, disfrutar y hacer crecer la ecoaldea, tienen proyectos más ambiciosos en tiempo, dinero y esfuerzo que les gustaría desarrollar y sin embargo no se deciden a emprenderlos, al no tener la garantía de que podrán disfrutar de sus resultados en el futuro.
- ● Como hemos mencionado en el apartado «Características generales» una de las dificultades que vienen afrontando es la de hacer que el número de personas que integran el núcleo del proyecto siga creciendo. Del grupo que fundó la ecoaldea quedan solamente dos, y por razones que desconocemos, hasta hace poco las personas que se han ido incorporando han ido dejando el proyecto. No obstante, puede que está dinámica se esté rompiendo, ya que durante nuestra visita conocimos varias personas que parecía que tenían la intención de convertir la ecoaldea en su nuevo proyecto de vida :).
Nuestra opinión
- ● En pocos sitios nos hemos sentido tan bien acogidos como en Torre di Mezzo. Seguramente no sea la ecoaldea más autosuficiente (en gran parte debido a sus circunstancias particulares), pero el ambiente familiar que pudimos respirar, al menos durante nuestra visita, nos hizo sentir totalmente integrados. Si tuviésemos que destacar algo del tiempo que estuvimos conviviendo con ellos sin duda serían las comidas en común. Hubo risas, debates, canciones y charlas de sobremesa… tiempo para conocerse, tiempo para disfrutar de la compañía del otro y tiempo para diluirse y dejarse llevar por la vida en común. Para nosotros fue enriquecedor y muy intenso. Desde aquí deseamos que su situación se normalice más pronto que tarde, y puedan seguir creciendo como proyecto y como familia.
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Visitantes del proyecto: Vero y Alex
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