Vista del Heliotropo (fotografía de vauban-im-bild.de)

Vauban

Un poco de historia

● Tras la retirada en 1991 de las tropas francesas, que habían ocupado el lugar desde la 2ª Guerra Mundial, y la posterior adquisición de los terrenos por parte del ayuntamiento de Friburgo (Freiburg im Breisgau en alemán), varias asociaciones de vecinos de este municipio, entre las que destacan «Forum Vauban«, junto con grupos anarquistas y «hippies» que habían ocupado algunos de los cuarteles, se organizaron para presionar a las autoridades para que desarrollaran el nuevo distrito bajo criterios sostenibles.

● Los segundos consiguieron que les cedieran 4 de los 20 cuarteles (en el complejo que se conoce como SUSI), transformándolos en espacios autogestionados en los que se respira un ambiente más alternativo y también más caótico que en el resto del barrio. Por otra parte el ayuntamiento de Friburgo comenzó a colaborar con «Forum Vauban» y en 1998 se iniciaron las primeras obras. En la actualidad Vauban ha dejado de crecer, y alberga más de 5.000 habitantes, la mayoría familias jóvenes y estudiantes, y en menor medida personas mayores e inmigrantes.

Cómo lo vivimos

● Para este tipo de proyectos, en los que hay tanta gente involucrada, pensamos que sería buena idea en lugar de hablar con un portavoz o alguien que hiciera de anfitrión, pasear por el barrio y preguntar a los vecinos que nos fuéramos encontrando. Así fue como supimos que lamentablemente Vauban está sufriendo un proceso de gentrificación similar al de otros barrios, creados o recuperados con el bienestar de sus habitantes como eje principal. Su calidad de vida, sus calles tranquilas, sus numerosos jardines y parques, la eficiencia energética de sus edificios… son algunos de los atractivos que están aumentando la demanda de viviendas en Vauban, lo que inevitablemente está haciendo que sus precios suban y no sean asequibles para cualquier bolsillo. No obstante, y a diferencia de otros barrios, Vauban tiene a su favor que la mayoría de viviendas fueron construidas a través de cooperativas de los vecinos que ahora las habitan y tienen en propiedad, haciendo más complicado que inmobiliarias o empresas de alquiler como AirBnb puedan especular con el mercado de viviendas. Esperamos que sus habitantes sepan poner freno a este proceso, antes de que el coste de la vida suba en su barrio y se vean forzados a marcharse.

● En los huertos comunales del barrio, pensados más como un entretenimiento que como un modo de autoproducción de alimentos, conocimos a una mujer jubilada que nos dijo que desde que entró a formar parte de Vauban su vida cambió, gracias principalmente a todas las actividades vecinales que se desarrollan en el mismo. También ella nos contó que el barrio acoge, en algunas de sus viviendas, a refugiados de países en conflicto como Siria o Afganistán. Para facilitar su integración en la sociedad alemana, cada parcela del huerto es cultivada por una pareja en la que una de las personas es alemana y la otra refugiada. Esto sirve a los refugiados para crear vínculos con gente del lugar, aprender más rápidamente alemán y llenar su tiempo libre, ya que el proceso que les da derecho a residir y trabajar como cualquier otro ciudadano en Alemania es largo.

● Una de las cosas que notamos paseando por las calles del barrio es su diversidad. Mientras que en otros proyectos que hemos visitado, da la sensación de que se exige a quien quiera sumarse una determinada ideología, acompañada muchas veces de ciertos códigos de vestimenta, en Vauban encontramos gente con perfiles diversos, algunos más informados e involucrados con su barrio que otros. Esto es así porque, al contrario que en una ecoaldea u otros proyectos colectivos, la mayor o menor participación de los vecinos en las actividades comunitarias no afecta a la pervivencia del barrio, que va a seguir existiendo mientras haya gente con trabajo que lo habite. Asimismo no hay asambleas ni grupos de trabajo en los que los integrantes del barrio tengan que participar, sino asociaciones vecinales que desde el primer ladrillo que se colocó en Vauban han venido trabajando junto con el ayuntamiento de Friburgo, del que dependen. Y es que no hay que olvidar que todo lo que se ha conseguido en Vauban ha sido gracias a la presión que los vecinos han ejercido sobre el ayuntamiento de su ciudad, y aunque nada apunta a que vaya ocurrir en un futuro cercano, el barrio podría sufrir cambios contrarios a la ideología de sus vecinos si dejaran de contar con el apoyo de las autoridades.

● Para ilustrar la diversidad de perfiles de los vecinos del barrio, encontramos dos supermercados «tradicionales» (es decir, con productos no necesariamente biológicos o de comercio justo y con embalaje de plástico) a las afueras del barrio, lo que significa que al menos una parte compra en ellos, ya que de lo contrario no serían rentables. En el otro lado de la balanza, conocimos a un vecino y vimos a otro, conduciendo unos vehículos híbridos que funcionan con electricidad y/o fuerza humana, transmitida al motor a través de pedales. En la galería de imágenes podéis ver fotos de uno de ellos, de la marca Twike (aquí su web) y con un precio que ronda los 40.000€ (!!).

Otros datos de interés

● Uno de los principales objetivos de los vecinos de Vauban es el de reducir lo máximo posible el uso del coche en el interior del barrio. Muy pocos tienen (según datos del ayuntamiento de Friburgo, hay sólo 172 coches por cada 1.000 habitantes), y hay vecinos que incluso se han comprometido públicamente a no tener nunca uno. Cada año cada hogar tiene que comunicar si tiene un coche en propiedad, si es así, tienen que, o bien pagar 30.000€ por la compra de una de las plazas a su disposición (la mayoría en aparcamientos a las afueras del barrio) o bien pagar un alquiler mensual. No obstante hay vecinos que aparcan en los barrios adyacentes para poder seguir usando su vehículo sin tener que realizar ese desembolso económico. La planificación urbana del barrio ha sido también diseñada para disuadir a sus habitantes del uso del coche, favoreciendo las calles cortadas y los caminos en zonas verdes que pueden recorrerse en bici o andando, en lugar de las calles amplias y asfaltadas. Sólo en unas pocas calles del interior del barrio se puede circular en coche y aún así solamente para carga y descarga, nunca para estacionar. En la siguiente imagen adyacente podéis ver un mapa esquemático.

● Con el objetivo de reducir al máximo los desplazamientos de largas distancias y por tanto la dependencia del vehículo privado, existen varias guarderías y colegios así como numerosos pequeños negocios en el interior del barrio que permiten a los vecinos ir andando a sus puestos de trabajo, a hacer la compra o a llevar a sus hijos a la escuela. No obstante, para quienes necesitan ocasionalmente hacer uso de un coche, existe un grupo de «car sharing» o de uso compartido de coches. Asimismo, el barrio esta conectado con el resto de Freiburg por tranvía, bus y tren.

● Otra de las características más destacables del barrio, es que cada bloque de apartamentos fue construido en base a las decisiones tomadas por las cooperativas de vecinos que más tarde los habitarían. Esto les permitió evitar la especulación de las inmobiliarias y reducir costes, así como poder escoger los materiales y técnicas constructivos que querían que se aplicasen en la construcción de su casa. Y lo hicieron tan bien, según el ayuntamiento de Friburgo, que la mayoría de casas pasivas consumen 15kWh/m2, y algunas incluso tiene un balance positivo de energía, es decir, producen más de la que consumen. En este sentido nos sorprendió la gran cantidad de paneles solares instalados, tantos que nos costó encontrar un tejado sin estos.

● Sin duda el centro neurálgico del barrio es la plaza Alfred Döblin Platz, con la casa nº 037 flanqueando uno de sus lados. Este edificio de dos pisos es utilizado con fines socioculturales en la planta superior por una de las asociaciones de Vauban, donde se encuentran la oficina de información, la oficina de juventud y varias salas que pueden ser alquiladas por los vecinos para conferencias, conciertos, talleres… La planta inferior está ocupada por un restaurante con una animada terraza que ocupa parte de la plaza. En el resto, se llevan a cabo reuniones vecinales para tratar temas de interés común, mercados de productos frescos de la región, mercados navideños, y actividades y espectáculos al aire libre. Como el resto del barrio, esta plaza representa una victoria de los vecinos frente a los intereses económicos de las autoridades, que en un principio querían vender el terreno que ahora ocupa a una empresa constructora.

● Uno de los edificios más peculiares es el conocido como Heliotropo, una vivienda a las afueras del barrio que genera más energía de la que consume, gracias a sus paneles solares y a un mecanismo rotatorio que le permite recibir mayor o menor radiación solar dependiendo de las necesidades. A las afueras del barrio se encuentra el Green City Hotel, un hotel en el que la mitad de su personal tiene algún grado de discapacidad, el 90% de sus productos provienen de productores locales, y donde no hacen uso de embalajes de un sólo uso.

● Hay mucha información en internet en la que puedes saber más sobre el barrio:
Esta es la web oficial de Vauban, con varios enlaces a las páginas webs de sus proyectos.
Este es un directorio muy muy completo de sus calles, sus tiendas y su historia, con planos y fotos.
– Y aquí puedes descargar un folleto del ayuntamiento de Freiburg sobre Vauban

Ubicación y contacto

Galería

Visitantes del proyecto: Vero y Alex


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