Campamento de paz de Büchel

Un poco de historia

● A unos 120 kilómetros al sur de Colonia, Alemania, se encuentra la base aérea de Büchel, construida en 1958 y dependiente de la OTAN. En ella se almacenan desde los años 80 (las fechas concretas se desconocen, su existencia se mantuvo en secreto durante varios años hasta que fue sacada a la luz por periodistas y activistas) unas 20 bombas nucleares de tipo B61, pertenecientes al ejército de los EEUU, las cuales se almacenan en los 4 búnkeres que podéis apreciar en la fotografía inferior, con una capacidad de destrucción 4 veces la de la bomba nuclear de Hiroshima. En este aeródromo militar y en sus alrededores, el Escuadrón Táctico de la Fuerza Aérea 33 del ejército alemán realiza diariamente prácticas de vuelo, con el apoyo de unos 140 soldados estadounidenses. En la actualidad más de 2.000 soldados y empleados civiles trabajan en sus instalaciones, llevando a cabo labores de vigilancia, mantenimiento del armamento y entrenamiento militar.

● Es en estas circunstancias es cuando en 1994 varias organizaciones en defensa de la paz y el medioambiente deciden crear la campaña «¡Büchel está en todas partes! Desnuclearización ya» (Büchel ist überall! Atomwaffenfrei jetzt) llevando a cabo marchas, protestas, recogidas de firmas y, en resumen, generando conciencia sobre los riesgos del almacenamiento de las bombas nucleares y al mismo tiempo ejerciendo presión sobre las autoridades locales y estatales para la retirada de las mismas del suelo alemán.

● En el marco de esta campaña cada año desde 1996 levantan, en las cercanías del aeródromo, un campamento por la paz (Friedenswiese), en el que durante 20 semanas, una por cada bomba, sus activistas organizan numerosas charlas, vigilias, oraciones, ayunos, conmemoraciones, marchas, conciertos, talleres… Recibiendo a activistas de otros movimientos, artistas, políticos y miembros de grupos religiosos (en esta sección de su web podéis ver todas las actividades programadas). Con la intención de poner de manifiesto la vulnerabilidad de las instalaciones ante posibles ataques terroristas, y por ende su peligrosidad, han llevado a cabo varias incursiones en las mismas con una pasmosa facilidad (en su flickr podéis ver las fotos), llegando incluso a fotografiarse sentados con sus pancartas sobre los búnkers que guardan las bombas.

A 120km al sur de Colonia, en el oeste de Alemania, se encuentra el aeródromo militar de Büchel, en el que se almacenan 20 armas nucleares B61 del ejército de los EEUU

Cómo lo vivimos

● A diferencia del resto de proyectos que hemos visitado, conocemos el campamento de paz de Büchel gracias a un golpe de suerte. En nuestro camino a Colonia desde la Selva Negra nos percatamos de que, en una esquina de un cruce cualquiera en mitad del campo, había un montón de pancartas y pequeñas esculturas en defensa de la paz y contra las armas nucleares. Movidos por la curiosidad decidimos aparcar la autocaravana y acercarnos a lo que después supimos que era un campamento, levantado en protesta por las armas nucleares del aeródromo militar que estaba a escasos 100 metros.

● Durante el tiempo que estuvimos (la tarde y la noche de un día y la mañana del día siguiente) tuvimos la oportunidad de conocer el movimiento y a 4 de sus activistas, que en ese momento estaban viviendo en el campamento. Un profesor de formación profesional, que con su maña para la electricidad y el bricolaje ha dotado de agua potable y agua caliente al campamento; un camionero retirado, que dedica su vida a movimientos como el de Büchel o el de Hambach Forest y trabaja como voluntario en el partido Verde alemán de su pueblo; una artista iraní, que llegó al país como refugiada y lleva más de 20 años viviendo en Alemania; y una activista estadounidense, con toda una vida a sus espaldas dedicada a la desobediencia civil y al servicio a la comunidad, soportaban, hasta que sus compañeros les turnasen, el calor sofocante de un verano alemán cada vez más español, el olor a estiércol de los campos colindantes, el ruido atronador de los bombarderos nucleares que realizan prácticas militares cada pocas horas, y sobre todo la presencia de las fuerzas de seguridad, a veces más pegajosas que las moscas, mosquitos y otros insectos, y que les acompañaban y vigilaban noche y día.

La artista iraní trabajando en su escultura de alambre de espino, atravesada por una paloma de la paz

La activista estadounidense portando orgullosa su pancarta. A pesar de su edad y su físico hacía pocos días que había vuelto a cortar la valla del aeródromo militar para demostrar la escasa vigilancia de sus instalaciones — La artista iraní trabajando en su escultura de alambre de espino, atravesada por una paloma de la paz

● Nosotros mismos, cuando acompañamos a uno de ellos al pueblo para realizar unas gestiones, pudimos ver cómo un vehículo del ejército alemán nos seguía de cerca y sin ningún tipo de disimulo. Además, para complicar aún más la vida a los activistas, el acceso por carretera al descampado en el que está el campamento se ha prohibido para cualquier vehículo que no sea agrícola, una medida que al parecer no es legítima ya que el espacio que ocupa es de uso público. Pero no es tanto su presencia como sus incursiones en las instalaciones del aeródromo lo que está haciendo que cada vez les vigilen más de cerca, y que a algunos de los más veteranos, como la activista estadounidense de la que hablábamos en el párrafo anterior, les hayan prohiban salir del campamento si no es para abandonarlo definitivamente.

Otros datos de interés

● A pesar de que Alemania se adhirió en 1970 al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, que la Corte Internacional de Justicia declaró en 1996 que la amenaza del uso y el uso de armas nucleares era contrario al derecho internacional y que todos los partidos del Bundestag votaron en marzo de 2010 a favor del desarme nuclear, por el momento nada parece indicar que se vayan a desalojar las bombas nucleares de la base militar de Büchel. La no adhesión de Alemania al tratado Prohibición de Armas Nucleares de la ONU de julio de 2017, contrariamente a la opinión mayoritaria de la ciudadanía alemana, parece una clara señal de que no está entre los planes del gobierno alemán.

Resultados de la encuesta llevada a cabo por YouGov: «¿Debería Alemania firmar el tratado de la ONU sobre la prohibición de las armas nucleares» Un 71% de los alemanes encuestados respondió afirmativamente. *Fuente: buechel-atombombenfrei.jimdo.com*

● Las demandas del movimiento «¡Büchel está en todas partes! Desnuclearización ya» al gobierno alemán son:
– Desarme nuclear.
– Adhesión de Alemania al Tratado de Prohibición de Armas Nucleares de la ONU.
– Desalojo de las armas nucleares de la base militar de Büchel.

● Otro problema sobre el que están tratando de concienciar y que ya ha afectado al entorno del aeródromo es el de la contaminación de las aguas subterráneas debido al uso, durante las prácticas militares, de sustancias para extinguir los incendios conocidas como PFAS (la abreviatura de per- o polyfluoroalkyl, en inglés), altamente tóxicas (aquí más información). Al parecer esta situación se está produciendo en todas las bases militares estadounidenses como la de Büchel.

● Si os ha sorprendido tanto como a nosotros el hecho de que haya armas nucleares en Alemania, os quedaréis con la boca abierta cuando echéis un vistazo a este mapa, en el que se indica la ubicación de bases militares estadounidenses con armas nucleares en Reino Unido, Bélgica, Holanda o Italia. Aquí tenéis más información.

Imagen de la web globalresearch.ca — *Fuente: globalresearch.ca*

● Mandamos desde aquí un abrazo lleno de empatía y admiración a los 4 compañeros que nos acogieron con cariño durante un día, y nos inspiraron con sus historias, su compromiso y su carisma.